Redacción. Santander
La Sección de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha celebrado su encuentro anual, en el que se han presentado los datos del registro nacional de actividad en Cardiología Intervencionista, que ha mostrado que en el año 2011 se realizaron 11.873 angioplastias primarias para el tratamiento del infarto, un 16 por ciento más respecto al año anterior. El Dr. José Díaz, miembro de la SEC y cardiólogo del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, ha explicado que “la angioplastia primaria se está posicionando en nuestro país como el primer tratamiento tras un infarto de miocardio por encima de otros tratamientos, como la fibrinólisis”. “Los datos muestran que ha sido la única que ha aumentado de forma considerable su uso, mientras que el resto de técnicas se han estabilizado”, ha destacado.
Francisco Javier Goicolea, presidente de la Sección de Cardiología Intervencionista de la SEC.
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Por su parte, el Dr. Francisco Javier Goicolea, presidente de la Sección de Cardiología Intervencionista de la SEC, ha indicado que “el Registro Nacional de Actividad en Cardiología Intervencionista se realiza desde hace más de veinte años en España y es el más importante que se lleva a cabo desde la sección”. “Gracias a este registro podemos contabilizar todas las intervenciones de angioplastia que permiten evitar la cirugía, técnica muy eficaz aunque mucho más agresiva”, ha dicho.
TAVI, exitosa en el 93 por ciento de los casos tras el implante
Durante la reunión también se ha presentado, por segunda vez en España, el registro que recoge y analiza el resultado de las intervenciones de implantación transcatéter de válvula aórtica (TAVI) en pacientes que padecen estenosis aórtica y que no pueden ser intervenidos mediante la cirugía convencional por ser considerados de alto riesgo. La estenosis aórtica es la enfermedad de válvula cardiaca más común en Occidente, y afecta al 2 por ciento de la población mayor de 65 años: al 3 por ciento de las personas mayores de 75 años, y al 4 por ciento de los mayores de 85 años. Los expertos han dicho que realizar un reemplazo quirúrgico de la válvula aórtica a corazón abierto se hace necesario en estos casos, ya que si no se realiza la intervención, la supervivencia de los pacientes después de tres años del diagnóstico de la enfermedad es de menos de un 30 por ciento; además, sin un tratamiento, los pacientes tienen una probabilidad de defunción del 45 por ciento tras el primer año.
El Dr. Goicolea ha comentado que “el principal problema de estos pacientes es que un 30 por ciento está contraindicado para recibir el reemplazo quirúrgico, principalmente como consecuencia de la avanzada edad, ya que la media es de 82 años”. “Por ello es tan importante que se desarrollen nuevas técnicas como la TAVI, que consiste en implantar la válvula aórtica vía transfemoral (a través de la arteria femoral) o transapical (mediante una pequeña incisión a través de las costillas)”, ha señalado. Según los datos del Registro, esta técnica ha demostrado un éxito del 93 por ciento en los 746 pacientes a los que se les ha realizado esta intervención en España a lo largo de 2011. “La TAVI no solo supone una disminución del riesgo de los pacientes durante la intervención, sino que el tiempo de postoperatorio es también mucho menor”, ha asegura este especialista.
La denervación renal y los stents bioabsorbibles
El Dr. Goicolea ha indicado que durante 2011 ha habido “numerosos avances en Cardiología Intervencionista, desde nuevos anticoagulantes y antiplaquetarios que mejoran el tratamiento de los pacientes cardiópatas, hasta nuevas técnicas sustitutivas de la cirugía convencional como la denervación renal, los stents bioabsorbibles y la terapia endovascular de la válvula mitral”. La denervación renal es una nueva técnica eficaz en los hipertensos que no responden a los fármacos, consistente en introducir unos catéteres que liberan energía de radiofrecuencia y cauterizan de forma controlada las terminaciones nerviosas de las arterias del riñón, implicadas en el aumento de la presión arterial. La desconexión de las fibras nerviosas mejora el control de la hipertensión en el 85 por ciento de los pacientes con hipertensión resistente.
Por otro lado, este especialista ha comentado que “se están desarrollando dispositivos nuevos, como el stent bioabsorbible, que cumple todas las funciones del stent habitual, pero que es transitorio, es decir, se degrada con el tiempo hasta llegar a desaparecer completamente del organismo en un plazo de entre dos meses y un año”. “Estos nuevos dispositivos, además, permiten al paciente, pasado un tiempo, recuperar la vasorreactividad arterial. Todos estos avances permiten tratar de manera más efectiva a un número cada vez mayor de pacientes”, ha concluido.
Pinche aqui para ampliar información:
- Next Generation TAVI Systems. Eberhard Grube.
- Para-valvular Regurgitation after TAVR. The Next ‘Big Thing’? Impact on Clinical Outcomes and Treatment. Susheel Kodali.
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